La contratación pública del Ayuntamiento de Madrid ha dado un giro y desde este miércoles el coste de los servicios pasará a un segundo plano dando prioridad así a las cláusulas sociales en la adjudicación de contratos públicos.

Con la entrada en vigor de las cláusulas sociales, el gobierno de Madrid aspira a “convertirse en un referente social al tiempo que se garantizan mejores servicios y resultados”, según señala el consistorio mediante comunicado. Desde este miércoles, las empresas que quieran cerrar un contrato con el gobierno madrileño, deberán cumplir al menos con alguno de estos criterios en su contratación: igualdad, accesibilidad, seguridad y salud laboral, empleo, estabilidad y formación en el lugar de trabajo. Además, cada uno de estos valores añadidos sumarán puntos en la adjudicación de los contratos públicos. Estos criterios serán especialmente valorados en el caso de los contratos con perspectiva social, es decir, relacionados por ejemplo con ámbitos como la educación y la asistencia a personas mayores. Para asegurar el cumplimiento de la nueva normativa de cláusulas sociales en la contratación pública, el Ayuntamiento de Madrid ha creado una comisión de seguimiento que se encargará de garantizar que las empresas cumplen con estos criterios.

 Corresponsables (@Corresponsables)