Los CEE de iniciativa social piden “medidas urgentes” para garantizar su sostenibilidad y los puestos de trabajo

24.04.20

Así lo pone de manifiesto el presidente de FEACEM en una entrevista con ‘Cermi.es semanal’, en la que destaca que muchos centros Especiales de empleo se han reconvertido para contribuir a luchar contra la pandemia

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- Artículos de opinión de ASPACE, PREDIF, FIAPAS, CERMI Mujeres y una entrevista con el presidente de CERMI Castilla y León son otros contenidos de la publicación
- Se puede acceder a la edición 388 del boletín en este enlace: http://semanal.cermi.es/boletin/1110.aspx

(Madrid, 24 de abril de 2020).- El presidente de la Federación Empresarial Española de Asociaciones de Centros Especiales de Empleo (FEACEM), Daniel-Aníbal García Diego, ha pedido “medidas urgentes y extraordinarias” que den respuesta a las necesidades de este sector, para “garantizar la sostenibilidad y viabilidad de nuestros centros y, consecuentemente, el mantenimiento del empleo”.
Así se ha expresado García Diego en una entrevista publicada en ‘Cermi.es semanal’, en la que repasa las principales reivindicaciones de FEACEM ante la crisis desatada por la pandemia de coronavirus. Se puede acceder a todos los contenidos de la publicación en este enlace.
Entre sus planteamientos, destaca que se mantenga la consideración de centro especial de empleo a aquellas empresas que, de manera circunstancial, vean reducido el porcentaje de personas con discapacidad en plantilla por cese o reducción de su actividad. Apoyo financiero para los centros con desequilibrios por culpa de la pandemia; adelantar el pago de la subvención de mantenimiento para garantizar la liquidez de los CEEIS; proporcionar suficiente material de protección para evitar el contagio de los trabajadores, y flexibilizar las funciones de las unidades de apoyo de estos centros son otras peticiones detalladas por el presidente de FEACEM.
“Los centros especiales de empleo de iniciativa social (CEEIS), como parte que somos de la Economía Social y del tejido productivo nacional, estamos viviendo una situación complicada pero variada. Muchos de nuestros CEEIS siguen trabajando, y algunos con redoblados esfuerzos, por ser parte vital de aquellos sectores esenciales. Es remarcable la capacidad de adaptación que hemos tenido”, afirma García Diego. Eso sí, advierte de que “no podemos olvidar tantos y tantos CEEIS que han visto reducida o eliminada en su totalidad su actividad, y no podemos dejarlos atrás ni, mucho menos, a las personas con y sin discapacidad que allí trabajan”.

OLVIDO DE LA DISCAPACIDAD EN EUROPA
La publicación contiene también una serie de artículos de opinión, como es el de la vicepresidenta ejecutiva de la Fundación CERMI Mujeres y del Foro Europeo de la Discapacidad (EDF), Ana Peláez Narváez, quien lamenta que las autoridades y los Gobiernos en Europa “se hayan olvidado de las personas con discapacidad” en las medidas de emergencia que se han tenido que ir adoptando durante la pandemia de COVID-19.
Situaciones de discriminación en el acceso a tratamientos; la falta de accesibilidad de la información sobre la pandemia; carencia de recursos en centros residenciales de personas con discapacidad y mayores, convirtiéndose en “focos de contagio, y el incremento del riesgo de sufrir violencia machista por parte de mujeres y niñas con discapacidad durante el confinamiento son algunas de las preocupaciones esbozadas por Ana Peláez. En este punto, resalta que “la gran mayoría de los ajustes que han realizado las autoridades se ha producido por las denuncias vehementes de las organizaciones de personas con discapacidad, por los medios de comunicación y por las organizaciones internacionales”.
La presidenta de la Confederación ASPACE, Manuela Muro, comparte su visión sobre la forma en la que la crisis del coronavirus ha afectado al mundo de la discapacidad y que, a su juicio, “ha puesto en riesgo todos los avances en derechos y atención sociosanitaria logrados en nuestros treinta y cinco años de trayectoria”. Sin embargo, destaca también la preparación de las entidades para adaptarse a esta nueva realidad, “sin perder de vista el objetivo básico que es salvaguardar a los más vulnerables”.
Por su parte, el presidente de FIAPAS, José Luis Aedo, se hace eco de las dificultades de acceso a la información para las personas sordas en tiempos de coronavirus y denuncia la falta de accesibilidad en otros recursos de atención como los teléfonos de ayuda puestos en marcha por las distintas administraciones. Lamenta también la falta de subtitulado en televisión en lo que se refiere a información sobre el coronavirus.
Al mismo tiempo, anticipa una nueva realidad en la que “las mascarillas van a provocar dificultades en la comunicación para las personas con sordera que se apoyan en la lectura labial” y hace un llamamiento a Sanidad para que “adopte las medidas necesarias para trasladar esta circunstancia a la ciudadanía y conseguir un producto que cumpla con las exigencias de seguridad”.
El presidente de Predif y director estratégico de Aspaym CyL, Francisco Sardón, firma otro artículo en el que reflexiona sobre la salida de la crisis y cómo esta afectará al sector social y sanitario en el que “llueve sobre mojado”. Sardón considera que nos encontramos “frente al reto más importante como sociedad de las últimas décadas”, del que la forma adecuada de salir es “siendo mejores en conjunto, sin sacrificar la dignidad social y sin dejar a nadie atrás”. Para ello, según subraya, “se necesitan recursos que lo permitan”.

FRENTE COMÚN EN CASTILLA Y LEÓN
Por otro lado, la publicación contiene una entrevista con el presidente del CERMI Castilla y León, Juan Pérez Sánchez, en la que elogia la labor “esencial” de las entidades del movimiento asociativo de la discapacidad, así como “la cohesión total y absoluta” con la propia administración autonómica. Ante la pandemia, “hemos hecho un frente común”, indica.
Así, fruto del trabajo y de la interlocución, Pérez Sánchez resalta la creación de un plan de humanización que posibilita el acompañamiento de personas con discapacidad durante el ingreso por COVID-19, como uno de los logros de la entidad.
Sin embargo, pese a los esfuerzos, augura un retroceso en la situación de las personas con discapacidad tras la pandemia, por lo que solicita “un plan de choque” y la constitución de un fondo solidario, “donde se puedan compensar todos los esfuerzos económicos que han tenido y tienen que hacer las entidades de la discapacidad y pueden comprometer su viabilidad”.