Avanzar en la aplicación de la Convención de la ONU de los Derechos de las Personas con Discapacidad, clave para la inclusión laboral

02.10.17

Este ha sido uno de los asuntos abordados este viernes en el seminario ‘Hacia una Europa mejor: más empleo para las personas con discapacidad’ • La jornada ha sido organizada por el CERMI Estatal, en el marco de la convocatoria de proyectos ‘Hablamos de Europa’, con la colaboración del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación

Madrid, 29 de septiembre de 2017. El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha celebrado este viernes el seminario ‘Hacia una Europa mejor: más empleo para las personas con discapacidad’, durante el que se ha puesto de manifiesto la necesidad de que los Estados miembro de la Unión Europea (UE) avancen en la aplicación de la Convención Internacional de los Derechos de las personas con Discapacidad, algo que es fundamental para lograr una mayor inclusión de este grupo social en el mercado laboral. La jornada ha tenido lugar en el marco de la convocatoria de proyectos ‘Hablamos de Europa’, que cuenta con la financiación del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
Esta idea ha sido defendida por Rafael de Asís, catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad Carlos III de Madrid, en relación con los datos de empleo del Estudio sobre la aplicación de la Convención sobre los Derechos de las personas con Discapacidad en la UE, promovido por Fundación ONCE.
“Hablar de derechos humanos implica que estos permiten otorgar validez a las actuaciones de los poderes públicos y privados. Supone concebir las medidas en materia de discapacidad no como asistencial únicamente, sino también desde el punto de vista de derechos, de aceptación de la diferencia y no quedarse en políticas de integración, sino tener puesta la mirada en la inclusión”, ha señalado este experto.
En este sentido, ha hecho hincapié en la urgencia de reforzar la accesibilidad, “que no tiene que ver únicamente con las barreras arquitectónicas, con lo físico, sino con los derechos”. Por ello, ha advertido de que el principal asunto que preocupa al Comité de Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, encargado de evaluar la aplicación de la Convención en los países que han ratificado este tratado, es el de la accesibilidad, “porque es un factor integrante de cualquier derecho, incluido el laboral.”.

DESAFÍOS DE FUTURO
Por otra parte, durante la jornada se ha desarrollado la mesa redonda ‘La voz del sector social de la discapacidad. El modelo laboral que queremos para el futuro en la Unión Europea’, que ha estado moderada por Borja Fanjul, director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad.
En esta mesa, Simona Giarratano, responsable de Política Social en el Foro Europeo de la Discapacidad (EDF, por sus siglas en inglés), ha recordado que actualmente la tasa de desempleo de las personas con discapacidad sigue siendo más elevada que la media y que se calcula que en el año 2020 habrá en la UE alrededor de 120 millones de personas con discapacidad.
En este sentido, ha afirmado que “es fundamental encontrar respuesta a las nuevas necesidades que presenta este nuevo paradigma y defender las prioridades de las personas con discapacidad en el nuevo escenario”. Sin embargo, se ha mostrado optimista respecto a estas nuevas formas de trabajo, derivadas de la digitalización del empleo pues “pueden propiciar el acceso al empleo de las personas con discapacidad”.
Por su parte, Pepa Torres, responsable de la Comisión de Inclusión laboral del CERMI, ha hecho hincapié en la necesidad de dar un enfoque global a estos cambios a los que se enfrenta el mercado laboral y ha destacado que “el empleo no es algo ajeno a otras políticas. Las políticas trabajo requieren un enfoque global junto con las políticas económicas y sociales, entre otras”, ha añadido.
Además, reinventar el sistema educativo, haciéndolo mucho más dinámico y orientado a dar respuesta a las futuras necesidades de empleo de las personas con discapacidad, es otra de las reivindicaciones de la responsable de la también directora de FEACEM, que en este momento de transición de paradigma aboga por una solución que pase por “apostar por la educación para conseguir una accesibilidad justa para un grupo social que históricamente ha tenido más dificultades”.
Asimismo, ha planteado la necesidad de “estar vigilantes” para que los cambios del mercado laboral propiciados por las nuevas tecnologías no aumenten la “fractura social” que sufren las personas con discapacidad.
La directora de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES), Carmen Comos, ha destacado la responsabilidad de los gobiernos y de las instituciones comunitarias en esta época, y deben orientar su trabajo “hacia una política integral de cambios de manera gradual, creando una nueva regulación de las relaciones laborales”. En este sentido, ha reflejado que las organizaciones de la economía social “tienen la obligación de influir en estos organismos de legislación para llegar a un futuro en el que primen las personas dentro de la economía social”.
Por último, Marta Valencia, presidenta de la Comisión de Género del CERMI, ha querido orientar su intervención a hacia la situación particular de las mujeres con discapacidad, que en España representan el 60% de todas las personas con discapacidad.
La también presidenta del CERMI Aragón se ha referido a la necesidad de que sigan existiendo cuotas de reserva de puestos de trabajo hasta que se consiga la plena igualdad de condiciones sin distinción de género, al tiempo que ha instado a la administración y a los organismos reguladores a “aprovechar estas nuevas tecnologías que están propiciando este cambio de modelo para potenciar el papel de las mujeres con discapacidad en el nuevo escenario, pues actualmente solo un tercio de estas mujeres se encuentran en activo y en muchos casos están relegadas a las tareas domésticas”.
Por último, la directora ejecutiva del CERMI, Pilar Villarino, fue la encargada de clausurar la jornada, afirmando que “debemos aprovechar este momento histórico para adaptarnos a los cambios. Hay que tener presente que la discapacidad no puede quedarse en un segundo plano, y esto es algo que debemos evitar de la mano de la Europa social por la que apostamos en el CERMI”.